Los limitadores son los aparatos destinados a establecer un volumen sonoro máximo a partir del cual no se puede subir. Sirven tanto para ajustar un cierto nivel máximo por las diferentes normativas como para evitar la rotura de altavoces o amplificadores por exceso de potencia o distorsión.

  Los hay de varios tipos, pero la diferencia principal entre ellos es la de si están homologados (limitador-registrador necesario por normativa para conseguir ciertos tipos de licencias) o no. Los homologados son los que nos exigirán las diferentes autoridades para el cumplimiento de las ordenanzas del Ayuntamiento correspondiente.

  Existen también limitadores no homologados (mucho más baratos) que simplemente nos permitirán ajustar un volumen máximo y poder poner un límite a los equipos.